El segundo domingo de agosto, los vecinos de la ciudad de La Rioja disfrutan de un gran festival en Las Padercitas, un paraje que dista 7 km del centro. La fiesta conmemora un pacto que evitó un levantamiento indígena a fines del siglo XVI. El nombre del lugar es una simplificación popular de la palabra paredecitas, que se refiere a las ruinas de unas antiquísimas paredes de adobe protegidas por un templete de piedra construido en los años 1920. Según la tradición, las ruinas son las de la iglesia donde el cura Francisco Solano evitó un baño de sangre y bautizó a miles de indígenas. La celebración marca un momento crucial en la existencia de la joven ciudad colonial de La Rioja, recién fundada cuando en 1593 miles de indígenas que estaban hartos de la esclavitud a la que los colonos españoles los obligaban, marcharon sobre la ciudad para exigir la remoción del alcalde. Los españoles eran pocos, pero tenías armas de fuego y cañones. Sin embargo, los indígenas eran muchos y amenazaban con embalsar un río en las montañas para dejar la ciudad sin agua.

Otras excursiones imperdibles para la misma época: Parque Nacional Talampaya en La Rioja y Parque Provincial Ischigualasto (Valle de la Luna) en San Juan.
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FOTO: La imagen del santo con su violín, en el púlpito de la Iglesia de San Francisco en Trujillo, Perú. www.fatima.org.pe.