Es tiempo de plumas, gente

En Gualeguaychú, un Carnaval con mucho arte

Todos los sábados por la noche durante más de dos meses este verano – desde el 2 de enero al 6 de marzo para ser exacto – los integrantes de tres comparsas de clubes sociales de la ciudad argentina de Gualeguaychú arrumbarán su indumentaria e identidades cotidianas y bailarán samba exponiendo extensos sectores de su anatomía en un festejo que muchos consideran el carnaval más sexy al sur de Rio.

Gualeguaychú es una pequeña ciudad agroganadera que se encuentra muy cerca de Buenos Aires (a 226 km) y hasta 35.000 personas pueden ver el carnaval cómodamente sentados en su corsódromo, pero el visitante no puede conseguir una habitación de hotel por menos de cuatro noches y hay varios otros temas a tener en cuenta al considerar una visita en tiempos de carnaval (Ver Consejos).
Considerado uno de los festejos pre-cuaresma más movidos y coloridos del mundo, el espectáculo montado por esta localidad de la provincia nordestina de Entre Ríos se destaca por el diseño creativo de de sus carrozas y trajes, sus coreografías, y la casi nula superficie de los atuendos de muchas de las bailarinas, los cuales bien podrían servir de inspiración a los teatros de revista. Hay para todos los gustos: los trajes pueden consistir en unas tiras de perlas o ser instalaciones de 250 kilos que se movilizan sobre ruedas ocultas. En los programas de televisión las bellas chicas de las comparsas que bailan samba parecen más altas de lo que son porque los fotógrafos se empecinan en enfocar sus traseros desde el piso de la pasarela. En realidad, las mujeres de Gualeguaychú no son tan come-hombres como las presentan; la mayoría son chicas locales que trabajan duro para mantener fascinados a los espectadores de ambos lados de la pasarela sin que les escape un sonido. Pero todos los años también hay algunas famosas de la farándula que piden bailar junto a las comparsas.

Otras ciudades entrerrianas, así como las correntinas hacia el norte, festejan carnaval con estilos similares, pero pareciera que ninguna puede producir un espectáculo comparable con el de esta ciudad de casi 90.000 habitantes para quienes la principal obsesión cultural fuera de los meses de carnaval, es el Carnaval venidero. La gente de las comparsas siempre se encuentra trabajando en el próximo espectáculo: luego de idear el nuevo tema hay que ponerle música y coreografía, diseñar y coser los nuevos trajes, y ensayar casi sin parar. Se ensaya todos los meses menos abril. Es el mes cuando los socios de los clubes que competirán en el próximo carnaval hablan de caer en “la depresión de abril” por “estar sin actividad”.

El Carnaval de Gualeguaychú se autodenomina “Carnaval del País” porque llegó a la fama 20 años después del triunfo del festejo de la Ciudad de Corrientes, que detenta el título de “Capital Nacional del Carnaval”. Igual que en Corrientes, el Carnaval de Gualeguaychú se remonta al siglo XIX y tiene influencias uruguayas y brasileñas que se notan en la elección de temas, música y trajes, pero el producto final lleva el inconfundible sello local. En los años 30 y 40 del siglo pasado, las bandas de músicos callejeros inspiradas en las murgas uruguayas eran la atracción principal de los festejos. En 1959 los vecinos empezaron a organizar desfiles anuales de carrozas estudiantiles que requerirían sistemas de construcción cada vez más sofisticados – un aprendizaje que desembocó en la actual superioridad en esta especialidad de la ciudad. En 1978 se decidió que en el futuro los clubes sociales se encargarían de la organización y financiación del Carnaval. Se formó una Comisión de Corsos, que en 1979 invitó a algunas comparsas famosas de Brasil y Corrientes a desfilar junto a los grupos de baile locales. Esta experiencia inspiró grandes mejoras en la actuación de las comparsas de la ciudad y pronto el Carnaval de Gualeguaychú se hizo famoso en todo el país. El corsódromo – un estadio permanente de desfiles con una calle-pasarela angosta entre tribunas, se construyó en 1997 porque el festejo ya desbordaba las calles de la ciudad. La pasarela tiene 500 metros de largo y 10 metros de ancho para que el público pueda ver a los bailarines y carrozas de cerca.

En realidad, Gualeguaychú tiene cinco comparsas que representan a sendos clubes; cada año tres de ellas se contonean delante del público y un panel de jurados que no son residentes de la ciudad. Sólo la ganadora de este año competirá de nuevo en 2011. Las que obtengan los puestos segundo y tercero cederán sus lugares en la pasarela a las dos que perdieron en 2009, que así se convertirán en competidoras en 2011.
Este proceder obedece a varios motivos. Cuesta mucho dinero poner sobre la pasarela a una comparsa de hasta 300 bailarines ataviados con trajes suntuosos y cuatro increíbles carrozas de distintos tamaños. Las ventas de las entradas dan para sólo tres competidoras (antes eran cuatro), y los clubes necesitan por lo menos cubrir sus costos – sobre todo si la lluvia estropea una o más noches del Carnaval. (Lo extenso de la temporada les ayuda a reducir ese riesgo económico.) También, el paso de cinco o cuatro comparsas sobre la pasarela alargaría demasiado el espectáculo, ya que le lleva a cada una más de una ahora hacer lo suyo. Ahora, con solo tres comparsas, dura cuatro horas y media.

Este año, las comparsas en la pasarela son O’Bahia, con un tema que propone un acercamiento tribal al carnaval; Ará Yeví, que lamenta el egoísmo humano que daña el ambiente; y Papelitos (el ganador de 2009), que explora las maneras en que los medios desvían la atención de asuntos importantes.

Entradas y asientos
La entrada general es 60 pesos, la ubicación tiene un costo adicional. Un lugar en las tribunas cuesta 20 pesos. Una silla en una mesa al lado de la pasarela puede costar de 40 a 10 pesos, según la fila. Una mesa con cuatro sillas en el sector VIP ubicado a mitad de la pasarela se cotiza en 470 a 350 pesos, según la ubicación. Las entradas pueden comprarse a través de Ticketek o en el corsódromo.
Por lo general, el desfile comienza a las 22 hs. A las 20 hs la Comisión anuncia si se hace o no. Si llueve o está por llover, se cancela el espectáculo y el monto de la entrada general se devuelve en la boletería del corsódromo. Si empieza a llover una vez iniciado el desfile, las entradas no se devuelven.
En el corsódromo se puede comprar comidas rápidas, y cerveza también; las empresas cerveceras son anunciantes. Y el creciente afán (o necesidad) de lucro también permite dentro del corsódromo el uso los molestos aerosoles de espuma que pueden arruinar una cámara; se prohíbe la entrada al predio con aerosoles porque se venden adentro.

Consejos
Pida siempre primera fila en el sector que sea, porque siempre habrá algunos patanes que se pondrán de pie en esa fila al llegar la primera comparsa y se quedarán parados durante todo el desfile, obligando a la gente tras ellos a hacer equilibrio sobre sillas o mesas.
Si va a la tribuna, pida un asiento numerado en el sector 7 u 8. Si va por su cuenta, sin un agente de viajes que interceda por usted, vaya temprano y ocupe su asiento por si resulta necesario desalojar a algún vivo que intenta mejorar la categoría de su ubicación sin pagar.
Elija una mesa en primera fila, y preferentemente en el sector VIP: el precio tiende a desalentar a los borrachos más molestos y a la gente con aerosoles de espuma. Como las mesas vienen con cuatro sillas, vaya con suficientes amigos para ocuparlas.
Las mesas (sobre todo las del sector VIP) son difíciles de conseguir, y es preferible dejar esa tarea a una agente de viajes.
En realidad, si usted solo quiere ir por el día y no tener que volver manejando a las 4 de la madrugada, una agencia de viajes que ofrece traslados en bus o minibús es definitivamente la mejor opción.
Además, una agencia que ofrece una excursión de jornada completa al Carnaval de Gualeguaychú (como Tierra Termal en Buenos Aires, 4372-6402) puede ofrecer experiencias adicionales durante las largas horas previas al desfile. Saliendo a las 8 hs de Buenos Aires, los turistas tendrán tiempo para vivenciar la trastienda del Carnaval en el galpón de una de las comparsas, pasar la tarde en un complejo termal, y pasear y cenar en la costanera antes de ver el espectáculo. Todo por 220 pesos incluyendo transporte, la entrada al complejo termal y la entrada general al corsódromo, con comidas aparte.

Acceso y hoteles
Para quienes no tienen problema en manejar cansados en ruta, la cercanía con Buenos Aires facilita ir en auto por la tarde y volver a la madrugada de la mañana siguiente.
El viaje desde Buenos Aires hasta Gualeguaychú en un bus directo de línea lleva tres horas y media. Si usted no tiene reserva de hotel en Gualeguaychú para esa noche, trasladarse desde el corsódromo hasta la terminal de ómnibus a las 3 de la madrugada y esperar allí el bus de vuelta posiblemente no sea una experiencia placentera.
Si optó por las cuatro noches exigidas por un hotel en Gualeguaychú, tendrá que encontrar qué hacer el resto del tiempo allí si no le gustan los deportes náuticos o el termalismo.

En Gualeguaychú hay 29 hoteles de todo tipo, seis hosterías, tres apart hoteles, 38 complejos de cabañas y bungalows, tres hósteles, 14 campings, un complejo termal con alojamiento, y varias casas de familia que también hospedan a turistas. En los alrededores hay además algunas estancias turísticas y casas de campo.
En Concepción del Uruguay (a 70 km de Gualeguaychú) y Colón (100 km) la exigencia hotelera es de dos noches.
Y si el viajero opta por alojarse en Colón o Concepción del Uruguay, la agencia de turismo de Buenos Aires le da los pasajes de ómnibus hasta allí y deja en manos de agencias de dichas ciudades, los traslados de la noche de Carnaval.

Si quiere quedarse más de un día
Gualeguaychú es una pequeña ciudad fluvial tranquila donde en verano pareciera que todo el mundo disfruta mucho de la pesca, los deportes náuticos y la playa. Se encuentra a orillas del río Gualeguaychú, tributario del río Uruguay, que a su vez marca la frontera entre la Argentina y Uruguay a 8 km del centro de la ciudad.

El visitante puede sumarse a un crucero por el río, hacer windsurf en el balneario Ñandubaysal, pescar pejerreyes, o cabalgar en el Parque Unzué, entre otras actividades. Para mayor información, consulte http://www.gualeguaychuturismo.com/.

FOTO CRÉDITOS: Bailarina de carnaval, www.gualeguaychuturismo.com. Una carroza de un desfile de carnaval anterior, Bonnie Tucker. Diferentes tipos de trajes, comparsa Papelitos. Una bailarina entusiasma a los espectadores, Bonnie Tucker. Bailarines en el mundo de su carroza, comparsa Papelitos. Termas del Guaychu, www.termasdelguaychu.com.ar. Windusurf en el río Uruguay, www.gualeguaychuturismo.com.