Peñas & sabores criollos

Una combinación placentera en el Noroeste y en Baires


Por Bonnie Tucker / FST
“Reunión de amigos” es la acepción de la palabra “peña” que mejor define esta forma de escuchar música folklórica en vivo que nació en las provincias del noroeste argentino y también tiene sus seguidores en Buenos Aires.
Hoy día una peña es un restaurante o bar donde la gente se junta para escuchar y hacer música entre platos regionales como empanadas y locro, regados por varias copas de vino. En las más auténticas, uno empieza escuchando y, si tiene dotes de cantor y guitarrista, puede terminar la noche siendo escuchado por los demás. Eso sí: generalmente hay que ir con guitarra propia.
Hay todo tipo de peñas. En algunas la entrada es gratuita, en otras se paga. En las ciudades del noroeste las hay con un show netamente for export, pero también existen otras sin cantantes profesionales, adonde la gente va para cantar. En algunos pueblos, los lugares donde se harán peñas en los próximos días se anuncian en carteles en las vidrieras de los negocios.
En Buenos Aires, las dos peñas más famosas están en Palermo. Los Cardones (Jorge Luis Borges 2180, http://www.cardones.com.ar/) es la favorita de los polistas y otros hijos de estancieros. La Peña del Colorado (Güemes 3657, http://www.delcolorado.com.ar/) tiene abierto el restaurant todo el día, tiene un bar de yerba mate para abstemios y turistas curiosos, y a la noche, cuando termina el show, dan guitarras a los clientes.
Las comidas que se sirven amalgaman los sabores de los pueblos originarios con los de los colonizadores de América. Las carnes asadas, guisos como el locro, la humita (harina de maíz hervida en paquetes de chala) y las papas al rescoldo se amigan con las empanadas, comida española heredada de los árabes, y guisos que incorporan ingredientes europeos.