Festival Nacional del Sulky

Simoca rinde homenaje a este tradicional vehículo de dos ruedas.

Bonnie Tucker / FST
En las grandes urbes, quien no es un apasionado de las carreras de trote o un asiduo participante de atadas de carruajes antiguos, tiende a pensar que los vehículos de tracción a sangre son símbolos del subdesarrollo. No es un pensamiento compartido por la gente de Simoca, un bastión de la música folklórica y las tradiciones rurales en el sudeste de la provincia de Tucumán. En este pueblo de 8.000 habitantes, la versión argentina del sulky – un pequeño carruaje liviano de dos ruedas, con un asiento para dos personas y tirado por un solo caballo – tiene un monumento. La fabricación artesanal de estos vehículos se considera un arte, y su uso como medio de transporte es una afirmación de la cultural local. Los sábados, cuando se realiza la pintoresca Feria de Simoca, muchos sulkys recorren las calles de esta localidad, que se encuentra a tan sólo 50 km de la capital provincial.
En la Argentina hay todavía dos tipos de sulkys; el vehículo diminuto que se usa en carreras, y aquel que la gente común del interior utiliza como medio de transporte. Este último es el que se fabrica en Simoca.
Por tradición, el “sulky” tiene asiento para un solo conductor – su nombre inglés es un adjetivo que se refiere al hecho que es un vehículo para una persona “malhumorada” que prefiere estar sola. En los países de tradición anglosajona, la gente se fascina con todo tipo de carreras de animales (caballos, camellos, perros y avestruces, entre otros) desde hace dos siglos por lo menos. Entre ellas, las carreras protagonizadas por caballos de trote cuyos conductores ocupan sulkys minísculos y livianos, con un solo asiento.

Hasta mediados del siglo XX, los médicos rurales argentinos usaban la versión de trabajo de este vehículo de tracción a sangre para visitar pacientes que vivían por caminos de tierra. Y hoy día, muchos chacareros y otras personas pobres que viven sobre caminos que siguen sin pavimentar, todavía usan sulkys para llevar a sus chicos a la escuela e ir al pueblo para hacer compras y otras diligencias. En consecuencia, el asiento de un sulky acomoda a más de una persona.
Los sulkys de Simoca están hechos íntegramente de madera, con ruedas de madera o metal, y están pintados de colores vivos. Hacen las delicias de los turistas, que pueden comprarse un paseo en uno los fines de semana, y durante el Festival Nacional del Sulky, que este año se realiza el 12 de diciembre.

A las 20 h, cientos de sulkys y algunos carros y carretas desfilarán por las calles del pueblo. Algunos de ellos llevarán como pasajeras a las chicas que competirán por el titular de Reina del Festival. El recital de música folklórica comenzará a las 22 h.
Información: http://www.simocaesturismo.com.ar/

PHOTO CRÉDITOS: Detalle del respaldo de un sulky hecho en Simoca, www.turismoentucuman.com.ar. Sulkys de carrera de los siglos XIX y XXI, según el artista norteamericano Nicholas Winfield Scott Leighton (1849-1898), y Google images, respectivamente. Sulky estacionado en una zona residencial de Simoca. www.turismoentucuman.com.ar.