La esencia de la estepa patagónica

Pequeños productores llevan viajeros a la Meseta de Somuncurá.

Bonnie Tucker / FST
La mejor propuesta nueva de una excursión con orientación hacia la cultura y la naturaleza, presentada en octubre en Expo Patagonia en Buenos Aires, fue la de Meseta Infinita, un grupo organizado de pequeños productores y artesanos de un pueblo en el medio de la estepa rionegrina, quienes reciben a viajeros que buscan lugares y vivencias auténticas de la Patagonia. AVINA, una ONG internacional que aconseja y ayuda a pequeños emprendedores a lanzar proyectos basados en actividades sustentables, se cuenta entre sus patrocinantes.Muchas de las excursiones ofrecidas por el grupo llevan a los visitantes a la Meseta de Somuncurá, una formación basáltica que ocupa más de 23.000 km2 del centro sur de la provincia de Río Negro y parte del norte del Chubut – una superficie similar a la de la provincia de Tucumán. Su elevación promedio es de 1.000 metros sobre el nivel de mar, pero de ninguna manera se puede decir que su relieve es plano o monótono. Entre sus paisajes hay conos volcánicos, quebradas, serranías cuyo pico máximo alcanza los 1.900 metros, y más de 300 lagunas, muchas de ellas efímeras.
Dan cuenta de la incursión marina que inundó la región hace 65 millones de años, los depósitos fosilíferos que abundan en los golfos, cabos y bahías secos que se distinguen en las superficies de Somuncurá y de la Meseta Central vecina.

En Somuncurá hay muy pocos habitantes y varias especies endémicas de flora y fauna. La mayoría de la gente son pequeños productores de ovinos. Entre ellos hay quienes también crían guanacos y choiques (avestruces americanos).

Algunos miembros del grupo son mapuches, integrantes del pueblo originario mayoritario, cuyos ancestros llegaron a esta parte de la región a fines del siglo XIX. Hoy sus mujeres acceden a brindar a los visitantes una jornada de aprendizaje en el lavado y teñido de lana y la elaboración de alfombras en telares tradicionales.

El grupo ofrece paquetes todo incluido de tres o cuatro días que se inician en Los Menucos, una localidad de 3.000 habitantes que queda a mitad de camino entre San Antonio Oeste en la costa y Bariloche al pie de la cordillera. Hay ómnibus que la conectan con Bariloche (360 km) y Viedma (500 km). Las actividades se organizan de acuerdo con los intereses de los visitantes: el trabajo de una estancia de ovejas, incluyendo arreos y esquila; las técnicas de cría de choiques y guanacos; la minería de la piedra laja; las técnicas de tejido mapuches; la búsqueda de depósitos de fósiles marinos, y visitas a sitios arqueológicos de más de 10.000 años de antigüedad. El alojamiento varía en función de las actividades seleccionadas, pudiendo ser en el casco de una estancia, una casa rural o en carpa en el caso de una visita prolongada a la Meseta de Somuncurá. Los viajeros comparten la mesa de los anfitriones.

No he realizado todavía una excursión a la meseta, pero me parece una propuesta interesante y estoy pasando el dato. Para mayor detalle, entre a http://www.mesetainfinita.com.ar/ y comuníquese a info@mesetainfinita.com.ar o llame al (02944) 15-613-100 o (02940) 492-051.

FOTO CRÉDITOS: Laguna en un cráter de volcán; caracol marino fosilizado encontrado en la meseta; productor con guanaco; tejedora; cocina en disco de arado; living de un casco de estancia. Todas cortesía de Meseta Infinita.