Bonnie Tucker / FST
En virtud de su ubicación en el Golfo San Matías directamente al norte de la Península Valdés en la vecina provincia del Chubut, Las Grutas es un balneario rionegrino especializado en el buceo que tiene varias cosas a su favor. Entre ellas, el agua más cálida de la costa argentina, buenas playas protegidas para solearse, y una empresa que echa mano a la creatividad para ofrecer un amplio abanico de excursiones de turismo aventura que hacen vivir el entorno natural y la historia del lugar de una forma amena.
En virtud de su ubicación en el Golfo San Matías directamente al norte de la Península Valdés en la vecina provincia del Chubut, Las Grutas es un balneario rionegrino especializado en el buceo que tiene varias cosas a su favor. Entre ellas, el agua más cálida de la costa argentina, buenas playas protegidas para solearse, y una empresa que echa mano a la creatividad para ofrecer un amplio abanico de excursiones de turismo aventura que hacen vivir el entorno natural y la historia del lugar de una forma amena.
Pero el desierto que abraza el golfo también tiene lo suyo, con una variada fauna nativa, depósitos fosilíferos, pulperos, y la leyenda local sobre el fuerte que los Caballeros Templarios habrían construido sobre una meseta al sur del pueblo durante el Medioevo.
Así fue que en 2001, cuando una devaluación salvaje torpedeó el bolsillo de la mayoría de los argentinos, pero también hizo el país más atractivo para los turistas, el fotoperiodista porteño Fernando Skliarevsky se mudó a Las Grutas y estableció una agencia de turismo aventura llamada Desert Tracks. Apelando a la experiencia ganada durante los 20 años que había dedicado a recorrer el mundo, diseñó una serie de excursiones que alistan los alrededores y la historia del pueblo en la tarea de proveer a los turistas de conocimientos además de acción. Y puso Las Grutas en el mapa turístico de la Argentina.
El pueblo es, en la actualidad, el lugar turístico más visitado de la provincia de Río Negro, después de Bariloche. Durante la temporada alta, su población estable de 5.000 personas llega a 200.000.
Luego, se observan los cráteres de la Luna y las constelaciones a través de un telescopio y los expedicionarios ven cómo la noche se vuelve día gracias a los lentes infrarrojos, mientras el guía cuenta las historias malditas del salar.
Una excursión nueva lleva a los turistas a fotografiar pingüinos y lobos marinos. Otra les presenta el Proyecto Retorno del Cóndor al Mar, mediante el cual condoritos nacidos y criados en el zoológico de Buenos Aires y la Fundación Bioandina son liberados en Sierra Paileman para repoblar la zona de la costa donde se habían extinguido. Otra más combina visitas a un bosque petrificado y un museo paleontológico privado en Valcheta con un viaje a la Meseta de Somuncurá para observar unos pececitos endémicos, de aspecto prehistórico, que habitan un arroyo en Chipauquil , y almorzar con una familia francesa que administra una estancia en las cercanías.
Desert Tracks también ofrece excursiones a los puertos de San Antonio Oeste y Este (72 km), la Península Valdés (230 km), Puerto Madryn (263 km), y Viedma-Carmen de Patagones (190 km).
Para más información sobre excursiones, entre en http://www.deserttracks.com.ar/.
FOTO CRÉDITOS: La playa frente a Las Grutas, Oficina de Turismo de Las Grutas. Una escena submarina en Las Grutas, Cota Cero. Observación de pingüinos, camionetas y camión, cachorro de lobo marino, snorkeling frente al Fuerte Argentino, práctica de ballesta, y lentes infrarrojos en las Salinas del Gualicho, todas de Desert Tracks.