Algunos viajeros llegan hasta los esteros del Iberá en la planicie de la provincia de Corrientes en el noreste argentino en busca de la adrenalina producida por ver cómo, a menos de dos metros del bote, toma sol un caimán. Otros vienen para agregar a sus experiencias de pescador deportivo una batalla con un agresivo dorado o un poderoso surubí. Otros más vienen hechizados por la posibilidad de matar en pocos minutos cientos de patos, que los productores de arroz consideran plaga.

Estos hombres, muchos de ellos descendientes de los indios guaraníes que habitaban estas tierras antes de la llegada de los españoles, son eximios domadores y, junto con sus colegas en Salta en el noroeste argentino, los hombres de a caballo más pintorescos del país. Pasan tanto tiempo en el agua que quienes usan espuelas las calzan en alpargatas que se secan rápidamente en el calor característico de la región. Otros directamente cabalgan descalzos. Y cuando tienen que arriar un rebaño de una isla a otra, desensillan el caballo, se desnudan y, agarrados de la crin del animal, dejan que éste los arrastre por el agua, mientras tras ellos viene un colega en una canoa cargada con su ropa y monturas.


Información: 5031-0070.
FOTO CRÉDITOS: Pesca de dorado con mosca (Foto cortesía de Estancia Buena Vista). Cabalgata "de troperos" (Foto cortesía de Estancia La Rosita). Nadando hacia la Estancia San Alonso (Foto cortesía de Francisco Didio).